¿QUÉ ES EL LINDY HOP?
Con la música swing, surgió el Lindy Hop, el baile más conocido de este tipo de música, que nació en Harlem (Nueva York) de la mano de la cultura afroamericana, aunque pronto se extendió a todas las generaciones y clases sociales por todo Estados Unidos y posteriormente Europa. Es un baile de pareja enérgico, divertido, y adictivo, precursor de todos los estilos que le siguieron durante los años 40 y 50 como el boogie-woogie y el rock and roll. Fue resurgido en los años 80 con la ayuda de Frankie Manning, hoy conocido como el embajador del Lindy Hop, y actualmente es bailado en todo el mundo.
Es un baile movido que incita al buen humor. Otros bailes como el tango, el vals o la salsa crean una atmósfera distinta, con tensión erótica, elegancia o sensualidad. La atmósfera del Lindy Hop es alegre y despreocupada.
El Lindy Hop se baila en pareja, pero en los encuentros de Lindy se fomenta mucho que todo el mundo baile con todo el mundo. En las clases las parejas van rotando de manera que todos los leaders bailan con todos los followers. En los encuentros se puede ver a personas de todas las edades, niveles técnicos y forma física. No es necesario ser joven, experto y atlético para disfrutar bailando. Si lo eres te luce mucho, pero si no lo eres te lo puedes pasar igual de bien.
Técnicamente, tiene pasos de 8 tiempos y de 6 tiempos, y se define a partir de su patrón básico de «swing out». En estos patrones básicos, la estructura de baile tiene forma rectangular y alargada y los bailarines giran simultáneamente sobre un eje central. Este eje tiende a permanecer en el mismo sitio en lugar de moverse sobre la pista.
La conexión juega un papel primordial. A través del contacto con las manos y los brazos que permite a la persona que guía (leader) transmitir con el cuerpo a la que persona que sigue (follower) qué movimientos vienen a continuación. Es un juego de pesos e inercias que necesita de esta conexión para poderse sincronizar y esta comunicación continua a nivel corporal que se vive como algo muy auténtico. Se fundamenta, además, en una gran improvisación creativa interpretando la música. Cuando se ve bailar a parejas expertas cuesta creer que el baile no sea una coreografía preparada de antemano. Proporciona el placer de sentir que cada vez que sales a bailar pasa algo diferente. Nunca dos bailes son iguales.